Noticias

En plena pandemia de coronavirus y con la articulación entre centros asistenciales de la provincia de Buenos Aires y de la Nación, en el hospital “El Cruce-Néstor Kirchner” le fue reimplantada la mano a un niño de 11 años, luego de que un golpe de hacha se la seccionara por completo, en una compleja intervención de la que participó un equipo compuesto por 18 personas, demandó nueve horas de labor y de la que evoluciona satisfactoriamente en la unidad de terapia intensiva pediátrica del centro asistencial de Florencio Varela.

“Se trató de una intervención de alta complejidad que requirió la coordinación tanto del Hospital de Las Flores, que recibió al paciente y solicitó la derivación; del sistema de Salud provincial que además coordinó el traslado en un vuelo sanitario y finalmente de la Alta Complejidad aportada por la Nación desde el Hospital El Cruce. Todo se dio como está previsto en estos casos y respetando firmemente los protocolos por COVID-19. Estamos atentos a la evolución del paciente, pero ya lleva más de una semana de recuperación y evoluciona muy bien, según los profesionales que lo atienden en El Cruce, sostuvo el secretario de Calidad en salud de la Nación, Arnaldo Medina, quien fue el fundador y primer director de ese centro asistencial .

El accidente se produjo en la ciudad de Las Flores, a 200 kilómetros de la Capital Federal, en la fría mañana del miércoles 3 junio cuando Thiago y su hermano Tobías –de 16 años– se encontraban en los fondos de la vivienda que habitan cortando leña para alimentar la salamandra con que la calefaccionan, trabajo que los hermanos realizan habitualmente.

Alrededor de las 11, la madre de ambos escuchó gritos, salió al patio y encontró a Thiago con la mano derecha ensangrentada, mientras Tobías gritaba “le corté la mano, es un sueño mamá, no puede ser”, relató Laura, quien de inmediato tomó una toalla para envolverle la mano, alzó a su hijo en brazos, lo subió a su auto y partió raudamente hacia el Hospital Zonal General de Las Flores.

En la guardia pediátrica del establecimiento las primeras curaciones las efectuó la médica María Rocco, quien explicó que "el paciente llegó consciente, con una amputación completa a nivel metacarpiano de la mano derecha. Estaba hemodinámicamente compensado, le realizamos compresiones para evitar más sangrado y le suministramos analgesia".

La profesional evaluó entonces la necesidad de concretar su traslado a un centro de mayor complejidad, y así tomó contacto con el doctor Sebastián Valbuena, del Hospital “El Cruce-Néstor Kirchner". “Me dijo que no tenía inconvenientes en operarlo pero que había que solicitar la derivación al hospital. Sin perder tiempo, porque en estos casos es fundamental la rapidez, gestionamos la derivación en el sistema sanitario de la provincia de Buenos Aires, que inmediatamente puso en marcha el vuelo sanitario", explicó Rocco.

El helicóptero levantó vuelo en Las Flores a las 13.30 y a las 15 el paciente ingresaba al quirófano del hospital situado en el sur del conurbano bonaerense, donde era aguardado por un equipo de profesionales y técnicos altamente calificado de las áreas de Admisión del Paciente Crítico; Gestión de Pacientes; Laboratorio; Diagnóstico por Imágenes; Farmacia; Esterilización; Medicina Transfusional; Enfermería y Quirófano.

Frente a la emergencia, durantetodo el operativo sanitario y quirúrgico se resguardó el cumplimiento de los protocolos de prevención que impone la pandemia de COVID-19.

"El tiempo límite para hacer un reimplante de este tipo es de entre seis y doce horas de ocurrida la amputación. En este caso el paciente se accidentó a las 10,30 de la mañana y cinco horas después ya estábamos en el quirófano", señaló Valbuena.

"La cirugía salió bien, duró nueve horas y se tardó mucho porque era un caso muy complejo. También se demoró porque fue considerado como sospechoso de COVID-19 y se debieron implementar todos los protocolos, lo cual hizo más lento los procedimientos médicos", explicó Valbuena, quienintegra la Unidad Miembro Superior y Microcirugía del Servicio de Traumatologí­a y Ortopedia.

El profesional relató que "el paciente sufrió un traumatismo con un hacha, y se trata de un corte neto, pero se produce también un traumatismo como un martillazo que provoca roturas de tejidos. Por eso, lo primero que se hizo fue una gran limpieza de la lesión porque aún quedaban en la herida pedacitos de madera”.

“Mientras los anestesiólogos se encargaban de estabilizar al paciente, un grupo de cirujanos trabajamos sobre la pieza, es decir, en la mano para preparar los vasos, los nervios y ver el estado en general. Una vez que se realizó eso fuimos al paciente y preparamos en el miembro los vasos, arterias, venas, nervios y el hueso pare recibir a la mano”, relató el especialista.

Valbuena prosiguió así su explicación: “primero unimos los 4 metacarpianos con unas clavijas de acero. Luego como no podíamos hacer uniones vasculares directas, porque el golpe traumatizó lo vasos y venas, y para no acortar el esqueleto, sacamos venas del dorso del pie, que son muy parecidas a la de la mano y las usamos como injerto. Y así se rearmó el sistema arterial, con un bypass desde la arteria cubital al arco palmar superficial y el sistema venoso dorsal con dos injertos de vena”.

“Luego se realizamos la reconstrucción de los tendones, flexores y extensores, y finalizamos reparando los nervios. Los que son posibles de reparar directamente se los repara, y si no es posible se coloca injerto de nervio, en este caso hicimos una reconstrucción directa y con injerto. Luego cerramos la piel y colocamos un drenaje. La cirugía fue un éxito. El paciente actualmente está internado en observación con antibióticos porque el riesgo de infección aún es muy alto", concluyó Valbuena.

Thiago a los tres días de la cirugía debió ser operado nuevamente "porque se le hizo un hematoma en un dedo" dijo la madre quién agregó que el problema ya está resuelto.

Durante el post operatorio, el paciente permanecerá varias semanas con la mano inmóvil, y tras ello vendrá una ardua rehabilitación por tratarse de una mano reimplantada. “No es exactamente igual a la mano que tenía antes, es una nueva mano que tendrá que reacondicionar, readaptar y organizar en su estructura mental la movilidad de los dedos”, describió Valbuena, quien añadió que “también es muy probable que se necesiten otros tipos de cirugías, porquelo que realizamos fue un primer paso de urgencia y luego continúa un andamiaje de procedimientos".

El equipo quirúrgico que participó de la compleja intervención estuvo formado por los médicos Sebastián Valbuena, Emanuel Pereira, Luis Coccozella y Eduardo Garbino; las anestesiólogas Graciela Vázquez, Mónica Molinari y Eugenia Fernández; los técnicos en anestesia Johana Gaitán, Paula Zitterkof, Marina Nicotera, Romina Bermúdez, Nahir Bravo y Verónica Servin; el equipo de instrumentadores compuesto por Yanina Del Pizzo, René Quiróz, Silvana Curbelo y Anabella Castrellón, y Claudia Espandrio, enfermera servicio de Admisión del Paciente Crítico, a la que se sumó todo el servicio de enfermería que estuvo a disposición ante la emergencia.

Sebastián Valbuena cuenta en su trayectoria profesional con otras intervenciones singulares. Por ejemplo, en enero de 2018 también en el Hospital “El Cruce- Néstor Kirchner” condujo al equipo que concretó el trasplante de un dedo del pie a la mano de una adolescente.

Valbuena nació en Buenos Aires pero se crió en La Pampa, vivió allí desde los cinco años. Se recibió en la Universidad Nacional de La Plata y realizó residencias en ortopedia y traumatología en París, en el hospital privado Comunidad; y en Francia se especializó en microcirugía. 

Suele ser convocado desde hospitales de distintas regiones del país para efectuar intervenciones complejas, movilizándose él hacía ellos para evitar los traslados de los pacientes y el desarraigo de sus familiares.

El 14 de Junio de cada año se conmemora el Día Mundial del Donante de Sangre. El lema propuesto por la Organización Mundial de la Salud para el año 2020 es “La sangre segura salva vidas. Dona sangre para que el mundo sea un lugar más saludable”.

Las donaciones de sangre son necesarias en todo el mundo para que las personas y las comunidades puedan acceder a sangre y a productos sanguíneos seguros y de calidad garantizada, tanto en situaciones normales como de emergencia.

En este contexto de pandemia mundial, la donación de sangre ha disminuido un 90% siendo crítica la situación para aquellos que la necesitan. Es por eso que la idea es centrarse en la contribución que el donante puede realizar para mejorar la salud de los demás en la comunidad.

Desde el Hospital El Cruce, nos sumamos a esta iniciativa anual y convocamos a la comunidad a donar sangre el día martes 16 de Junio a partir de las 8 horas en el Instituto de Salud de la Universidad Nacional Arturo Jauretche, ubicado en Félix Lope De Vega y Calle 141.

La colecta de sangre es organizada por el servicio de Medicina Transfusional del hospital El Cruce y cuenta con el apoyo de la UNAJ.

Los requisitos para donar son:

• Tener entre 16 y 65 años.

• Antes de la donación, se pueden ingerir líquidos como té, café, mate o gaseosa.

• Traer DNI.

• Pesar màs de 50 kg.

• No haber tenido relaciones sexuales sin preservativo con parejas ocasionales o con personas que podrían estar en riesgo de haber contraído enfermedades de transmisión sexual.

• No utilizar drogas.

Además, teniendo en cuenta la situación actual asociada al Coronavirus, quien se presente a donar no debe presentar fiebre, tos, dolor de garganta o dificultad para respirar.

Si tuviste COVID acercate para ser evaluado/a para la donación de plasma.

Directivos del Hospital de Alta Complejidad en Red El Cruce, en el día de hoy 11 de junio, pusieron en funciones a las nuevas autoridades del Centro de Medicina Traslacional (CEMET). El acto se realizó en el salón de usos múltiples del edificio y fue trasmitida a los jefes y jefas de servicios del hospital El Cruce a través de la plataforma Zoom.

El director Ejecutivo, el Dr. Ariel Sáez de Guinoa y el Dr. Martín Silberman fueron los encargados de llevar adelante el encuentro.

El Dr. Marcelo Pereyra y Florencia Braga Menéndez serán los nuevos coordinadores operativos del CEMET. También se pone en funciones al Consejo Asesor Permanente compuesto por el Dr. Pablo Von Arx, en representación del área del Investigación; Dr. Martín Zubieta, en representación del Consejo de Administración; el Dr. Adrián Estévez, en representación de los servicios asistenciales del hospital; el Ing. Ezequiel Mazzoni en representación de la dirección, Natalia De Luca por la UNAJ; y la Dra. Silvia Kochen en representación de los laboratorios que integran el CEMET.

El director Ejecutivo, Ariel Sáez de Guinoa dio las palabras de apertura del encuentro, “ustedes saben que el CEMET tiene triple dependencia del Hospital El Cruce, la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ) y el CONICET. Desde hace varios años que se inauguró pero por distintos motivos siempre costó la puesta en marcha de la totalidad del Instituto. Hoy ponemos en funciones a las nuevas autoridades que son altamente capacitadas es el caso del Silvia Kochen y su equipo, que está trabajando hace unos años en dos laboratorios. La idea es trabajar en conjunto y que de una buena vez el CEMET brinde los servicios para los que fue diseñado. Uno de los ejes cuando asumimos la dirección era la puesta en valor del CEMET. Se convocó a diferentes personalidades, se elaboró un nuevo estatuto. Con Florencia Braga Menéndez queríamos trabajar desde hace mucho tiempo juntos. Quiero darle las gracias a Silvia Kochen por mantener sus equipos de trabajo al Dr. Ricardo Sarmiento y al resto de los jefes de servicio que están conectados por zoom”, manifestó el Dr. Sáez de Guinoa.

El Dr. Martín Silberman se encargó de presentar el nuevo reglamento.

“Para nosotros hoy es un día muy importante porque desde hace muchos años que el CEMET es un proceso inconcluso. Lo cierto es que nunca pudo trabajar en un ciento por ciento. Pero la verdad es que hay una responsabilidad compartida por todos. Y ahora tenemos la responsabilidad de que esto funcione. Es un proceso que se inició hace largo tiempo y ahora a nosotros nos toca aportar nuestro granito de arena en esta nueva etapa. Queremos agradecer a todos los que estuvieron sosteniendo al CEMET en todos estos años y lo mantuvieron vivo. Quiero nombrar a Emilia Scandizzo que nos acompañó en este trabajo colectivo de escritura de este nuevo reglamento y pensando qué estructura administrativa podría dar respuesta a algo tan complejo como es un Instituto de Investigación dentro de un hospital. Se le dio un nuevo ordenamiento. Se trabajo en forma colaborativa con directores, jefes de servicios e investigadores”, explicó Silberman.

“El Centro de Medicina Traslacional es una unidad que aloja equipos de investigación propios del hospital, de la UNAJ y que prevé la incorporación vía concursos de equipos de investigación que cubren las necesidades que se definan en el hospital El Cruce. Las mismas serán definidas por el Consejo asesor”, sostuvo Silberman en otro tramo de su discurso.

La presentación estuvo acompañada por el director Médico, Dr. Osvaldo Fariña, el director de Gestión de Pacientes, Dr. Mario Rodríguez; el director de Infraestructura y Tecnología, Ing Ezequiel Mazzoni y el Dr. Alejandro Koch, coordinador del área de Telesalud.

El Dr. Marcelo Pereyra expresó, “agradezco la confianza que depositaron en mí desde la dirección del Hospital. Para mi es algo absolutamente nuevo más allá de ser pediatra y estar formado en la medicina. Pero me siento muy cómodo trabajando con Florencia por su gran conocimiento. Es un desafío muy grande que lo tomo con mucho compromiso”.

Por su parte, Florencia Braga Menéndez que se incorpora al Hospital el Cruce remarcó, “yo estoy muy emocionada y agradecida. Al mismo tiempo quiero decir que puedo imaginar todos los prejuicios que pueden tener sobre una persona que viene de un campo diferente a la medicina. Yo trabajé en gestión cultural todo mi vida estudié en la escuela de Bellas Artes y luego me formé por mi cuenta. Terminé trabajando como profesora universitaria de epistemiología del arte, la filosofía científica aplicada a las producciones culturales. Me introduje en este mundo porque tarde siete años en que le diagnosticaran a mi hijo Stargardt, una enfermedad poco frecuente y degenerativa de las retinas. A partir de esta situación personal largué todo. En ese tiempo era directora el Museo de la Ciudad de Buenos Aires trabajaba llevando arte argentino al exterior la gestión me encantaba. Y en un momento dado leí que la enfermedad de mi hijo no tenía tratamiento y eso me cambió la vida. Por eso me dedico hace más de diez años a trabajar en el mundo traslacional muy intensamente con equipos de investigadores del mundo intentando juntar el universo de los pacientes con universos de los ensayos clínicos tratando de que se generen fases tempranas en la argentina. Intentando que los ensayos clínicos no sean patrimonio únicamente de la industria farmacológica. Conformamos una alianza enorme con madres de pacientes con enfermedades poco frecuentes. Conocí el CEMET hace un tiempo porque en su momento Lino Barañao me dijo anda a conocerlo y cuando llegué me enamoré, saqué fotos armé un informe y me pareció un lugar muy interesante. Por eso, quiero trabajar en esta nueva función y aportar desde mi lugar se los comenté al grupo de madres que las cuales vengo trabajando y están de acuerdo en que tenemos que brindar unos experiencia y conocimiento”.

Por último, en su intervención la Dra. Silvia Kochen expresó, “es difícil construir un lugar de medicina traslacional hay organizaciones con mucho dinero y prestigio que no lo pueden lograr. Es porque para poder hacer investigación se necesitan recursos humanos y si no hay ambiente de libertad, de cordialidad en donde el profesional se sienta cómodo, donde exista empatía, colaboración y entendimiento los investigadores emigran.

Es difícil generar un espacio de medicina traslacional de calidad. Por eso hay que ser pacientes, hacer la convocatoria de los concursos. Poner en marcha un Instituto de Investigación en el mundo es complejo. No comparto la idea que acá no se hizo nada hay que ser paciente y trabajar. Estoy muy agradecida por la convocatoria de Villanueva rector de la UNAJ y por la idea que tuvo en su momento el Dr. Arnaldo Medina. Tenemos que saber que el desafío es muy elevado y seguramente se va a lograr pero hay que darse el tiempo para hacer las cosas bien”.

También Sáez de Guinoa agradeció al grupo de profesionales del Hospital El Cruce a los Dres. Federico Villamil, Carlos Tajer, Javier Bordone y Raúl Matanó que durante todo el 2019 estuvieron trabajando en la elaboración de documentos que se utilizó de insumos.